5/29/2008

Del abandonado puerto de Olivos al puerto Madero de Menem

La respetuosa sintonía que parecen profesarse el imputado intendente Enrique García y su compañero político, el diputado kirchnerista Guido Lorenzino (Frente para la Victoria), habría encontrado un punto de discordia en torno a la competencia (cuasi similar a la que describe Thomas Hobbes en El Leviatán) del puerto de Olivos. Por lo menos así lo expresó el jefe comunal, cuando días pasados -en el Unión de Munro- ante un ex concejal peronista, le reprochó la postura adoptada por el diputado provincial. Mientras el legislador impulsa que el puerto siga en manos de la provincia, el imputado (al igual que muchos sectores de la comunidad) insiste en que el municipio tenga el control. El encargado de achicar las diferencias entre el legislador y el intendente sería el concejal Fabián Gnoffo (UCR) -recién llegado de Miami junto a toda su familia-. El concejal radical mantiene muy buenas migas con el ex edil peronista Rodolfo “Manino” Greco, quien además de ser el secretario parlamentario del Concejo Deliberante, actúa como la principal punta de lanza de Lorenzino a la hora de avanzar políticamente en Vicente López. Gnoffo, a quien no le preocupa compartir cartel con el diputado, estaría intentando que el legislador comprenda los reclamos (los del puerto) del imputado intendente. La idea es que no haya ningún contratiempo cuando se deba aprobar las futuras obras en la zona.Esto se basa en que toda construcción que se vaya a realizar sobre el puerto, deberá pasar por el tamiz del Concejo Deliberante. Un sitio en donde el imputado aún tiene un claro control.La pelea por el puerto no es novedosa, viene de largos años. La disputa entre provincia y municipio se inicia cuando el entonces gobernador Carlos Ruckauff da los primeros pasos para que San Isidro y Vicente López tengan la administración portuaria. La llegada de Felipe Solá da lugar para la firma de un convenio entre el mandatario provincial y los intendentes Gustavo Posse y el imputado intendente Enrique García. Mientras San Isidro intentaba dar cabida a la conformación de un consorcio (privado y municipal, que explotara los futuros negocios) para que se hiciera cargo de la recuperación portuaria, Vicente López pegaba el portazo. San Isidro, a través de Jorge Sabattini, a cargo del tema, acaba de mantener un encuentro con los máximos responsables de la provincia. De la reunión surgió el compromiso formal que “en pocos meses más, la comuna podrá disponer del marco legal para dar paso a la conformación del Consorcio Portuario”. Vicente López quiere la titularidadEs de conocimiento público que la administración del imputado exige la titularidad del puerto. Algo así como ser los dueños de todo el sector costero y portuario. Un dato nada menor, ya que se trata de realizar grandes negocios inmobiliarios (centros comerciales y gastronómicos, y una estación fluvial con destino a Colonia) sin la intervención provincial. El temor a un impacto ambiental negativo es lo que cuestiona un amplio sector de la comunidad local. Con posturas más responsables en cuanto a cuestiones ambientales y de respeto a la calidad de vida se refiere, vienen manifestando vastos sectores de la oposición y diversas organizaciones vecinales. “En manos de García, con la falta de criterio urbanístico que ha demostrado, con torres por todos lados, no es difícil imaginar qué es lo que pretende hacer con nuestro puerto y la costa”, explican Rodolfo Santángelo, Pablo Román, Marcelo Iannotti y José Armaleo, integrantes del Grupo Coincidencias de Vicente López. “Si bien es cierto que el intendente nada hizo por el puerto y sus alrededores, esto no significa que Vicente López no reclame por la descentralización y no sea parte activa en el diseño que allí se vaya a concretar”, amplían desde Coincidencias. Una postura pro titularidad municipal del puerto sostuvo el Concejo Deliberante. En una reciente sesión, los concejales votaron para que el municipio tenga el control. La aprobación fue 23 a favor y un solo voto por la negativa: el de la concejal Alicia Soria, Frente Grande. Para muchos, el voto de la concejal -buscaría su reelección- se basó en su reciente alineamiento con el diputado Lorenzino. Concejales como el socialista Carlos Roberto o Walter Rojas y Silvia Maldonado del (ARI) o sus pares Gabriel “El Gordo” Vanelli del Pro o Luis Parodi del bloque Libertad, todos con una clara impronta opositora, mostraron en esta oportunidad, coincidencia al momento de la votación: que la descentralización sea una realidad efectiva, más allá del intendente de turno. No obstante esta comunión, la diferencia radica en que mientras la oposición insiste en que el puerto sea proyectado como un centro de esparcimiento deportivo y de recreación social, el oficialismo insiste con los emprendimientos comerciales.La ordenanza que fuera aprobada, ratificó el reclamo definitivo sobre la potestad en la explotación y administración del puerto, reclamada por el municipio desde hace décadas. En la oportunidad, los concejales repudiaron y pidieron por la derogación de la ley 12.486 presentada por los diputados provinciales Martín Miguel Nicolás Ferré y Guido Lorenzino. La misma pretende que el puerto de Olivos retorne a la jurisdicción y competencia de la provincia de Buenos Aires, “privando, de esta manera, al municipio de la administración y explotación atribuida por la Ley 12486”, detallaron los concejales. Disquisiciones al margen, lo más concreto es que Daniel Scioli ya tomó la decisión política de avanzar con la “privatización ” del puerto y la recuperación costera. Hasta se deslizan nombres de futuros dueños. Detrás podrían quedar las pretensiones y promesas que supuestamente le habría hecho el jefe comunal a un grupo de empresarios de Barcelona: la remodelación del puerto. De no mediar presiones o contramarchas no planificadas, tal vez en menos de dos años se verá un nuevo puerto. Si hasta algunos nostálgicos sueñan con el Puerto Madero de Carlos Menem. ¡Los exegetas abundan!.
Fuente: Diario Lo Nuestro

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